Lóguez

El nombre de la editorial fue consecuencia del frustrado intento por ponerle otros, que ya estaban legalmente registrados, por lo que el de «Lóguez» nació un tanto atípicamente y más cuando debía señalizar una línea de edición alejada de la caduca y ñoña literatura infantil y juvenil dominante entonces en la España posfranquista. Opinábamos que había que renovar profundamente los contenidos y la estética del libro dirigido a los más jóvenes. Desde entonces, 1977, hemos intentado mantener nuestro respeto por el lector, aplicando un único principio en la selección de los libros editados: El rigor de la calidad, unido a la necesidad de aportar «algo nuevo».