Descripción
El mandato del cuidado es casi un sacramento a la hora de ser mujer. Se espera que cuidemos, que la abnegación de nuestra anonimia sea una identidad. La protagonista de esta novela nos muestra el peor rostro del cuidado, aquel donde nuestras historias, nuestra piel, cuerpo y alma, están subordinados a vivir vidas subrogadas…
Una novela que nos espejea, interroga y cuestiona el devenir. Nos enfrenta al despoblado abandono, donde el abrazo va escaseando con los años.