Rigoberta nació en San Miguel Uspantán, Departamento El Quiché, en Guatemala. Hace 23 años nació, y el castellano lo aprendió hace tres, sin libros, maestros ni escuela. Lo aprendió con su voluntad feroz por romper el silencio en el que viven los indios de América Latina.
- Se apropió el lenguaje del colonizador, no para integrarse a una historia que nunca la incluyó, sino para hacer valer, mediante la palabra, una cultura que es parte de esa historia.
- “Me llamo Rigoberta Menchú”, dice llanamente, y en esa frase escueta se escucha la voz de todo un pueblo indígena que ha decidido liberarse.
- Sus palabras no son meramente de denuncia y de protesta. Son ante todo una enérgica afirmación de una manera de ser, de un derecho a ser lo que se es: una cultura específica, una comprensión del universo, una interacción con la naturaleza.
- La historia de Rigoberta hace eco a la historia de todas las comunidades indígenas de América Latina que han decidido arrebatarle la palabra al opresor.
Elizabeth Burgos es de nacionalidad francesa y venezolana. Vivió varios años en Cuba y en Bolivia. Realizó estudios de psicología clínica en la Universidad de París VII y de etnología en la Escuela de Ciencias Sociales de París. Ha colaborado en diferentes revistas francesas: Femmes en Mouvement, Hebdo-Femmes, Le Nouvel Observoteur y Témoignage Chrétien. Actualmente reside en París en donde es directora de cultura de la Casa de América Latina.