Descripción
¿Qué sucedería si despertamos un día y nos diéramos cuenta que todo lo que pensábamos que era real fuera un sueño? Si nosotros somos los que soñamos con mundos irreales, podríamos ser asimismo la materia de otros que nos están soñando. La realidad y la percepción que de ella tenemos está atravesada por una fragilidad intrínseca, y quizás sean justamente las niñas y los niños quienes más la perciben.
Esas preguntas que aprendemos a no hacernos para que el mundo no se nos desmorone, son las que se hizo el filósofo de la antigua China Chunag Tse. Junto a él, quizás podamos acercar a los niños a recorrer estas interrogantes para que se conviertan en imágenes que no amenazan, sino que invitan a una manera más amable de habitar nuestro mundo.