Descripción
El capitalismo financiero muestra su cara más despiadada: destruye la industria y condena a las clases trabajadoras a un estrés creciente y a una disminución de la salud, la diversidad y la inseguridad social, mientras aumenta la deuda pública y rompe la vida comunitaria, fomenta la competencia y la ira. En medio de esta crisis global, muchas personas ya no creen en los partidos políticos y buscan nuevas opciones, de derecha o de izquierda. ¿Qué se puede hacer para convertir la crisis del orden neoliberal en algo mejor para las masas? Con talento conceptual y espíritu militante, Nancy Fraser aventura una hipótesis incómoda: si el neoliberalismo ha podido sostenerse durante mucho tiempo es porque ha formado una alianza con sectores progresistas, que le otorgan carisma y cobertura ideológica. Por ello, Fraser alerta contra el progresismo que deja de cuestionar la jerarquía social en pos de diversificarla, y que, al luchar por los derechos de las mujeres, los grupos LGBTQ+ y otras minorías, pierde de vista la desigualdad y la brecha de clases y clases. dando una pátina emancipadora y cosmopolita a un sistema cada vez más regresivo. En un rico debate sobre feminismo y progresismo, Nancy Fraser llama a la construcción de una nueva hegemonía. Ante el peligro de que la crisis abra la puerta a soluciones reaccionarias (increíblemente reaccionarias), defiende el populismo progresista, un poderoso imaginario de izquierda capaz de inspirar la promesa de una sociedad menos conflictiva y más igualitaria.